Noodles con pollo y calabacín al wok. Recetón, literalmente, en 15 minutos. Hay días en los que no te da tiempo a planear nada. Tenías pensado hacer garbanzos pero se te ha olvidado ponerlos a remojo y comer perdigones no es una opción. Para más emoción no tienes casi nada en la nevera y has superado el límite racional de macarrones con chorizo que puedes degustar esta semana, que no estás de erasmus. Pues aquí tienes una súper idea.
Aunque el nombre sea un poco exótico, aviso previamente que, es un wok a la mediterránea. No lleva ni salsa ni especias japonesas, solo aceite de oliva y bien de picante. Que ya sabéis que la cayena es mi ingrediente fetiche. Ojo, que el tema Japón está en mi lista de cosas favoritas del mundo pero la realidad es que cuando preparé el plato, era lo que tenía en casa. Pero si tienes salsa de soja, teriyaki o, incluso, salsa de ostras (sorprende para bien) te animo a que le eches un chorro al wok.
Otra versión de la receta es hacerla en modo sopa. Es decir, una vez que ya lo tienes servido en el bol correspondiente cubres el conjunto de un buen caldo de pollo. Pido perdón a los puristas por lo que voy a decir. Es como una versión de andar por casa (nivel máximo) de un ramen de pollo. Esta modalidad me flipa para cenar.
Espero que te animes a probarlo y decirme cómo te han gustado más estos Noodles con pollo y calabacín.