¡Ya estoy de vuelta! Se han acabado las vacaciones y durante estos quince días he recuperado energía y sobre todo vengo con muchas ganas de cocinar y compartir contigo todas las recetas posibles. Estoy de mudanza y no tengo cocina, todavía, así que si normalmente traigo platos sencillos y fáciles de hacer, durante el mes de agosto ¡todavía serán más simples! Así que no tienes excusa para no ponerte manos a los fogones. Hoy presento, aprovechando que todavía hace bastante calor y apetecen cosas frescas, una ensalada de tomate, patata y queso Feta, buenísima.

Creo que no te he contado nunca mi perdición por la comida Griega. Sé que tiene muchas cosas compartidas con la dieta Mediterránea pero introducen ingredientes y preparaciones que me vuelven loca. Compartiré varias recetas Griegas con las que he experimentado este verano. Pero si me tengo que quedar con un alimento de su cocina, elijo el queso Feta. Es fuerte, amargo y tiene un punto de sal increíble. Y, como no podía ser de otra manera, es el protagonista de la receta de hoy.

Como te digo siempre, si no encuentras este tipo de queso (o no te gusta) puedes usar cualquier otra modalidad. Burrata, mozzarella, queso fresco, gouda… Pero te animo a que lo pruebes, si no lo has hecho ya, porque el contraste de sabores te va a encantar. ¡Comenzamos con nuestra ensalada de tomate, patata y queso feta!

Ensalada de tomate, patata y queso Feta

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Tipo de plato: EnsaladaDificultad: Fácil

Personas

personas

Tiempo de preparación

minutos

Tiempo de cocinado

minutos

Tiempo total

minutos

Ingredientes

20 20 tomates cherry de diferentes tipos
15 15 aceitunas verdes y/o negras
2 2 patatas medianas
70 gr. 70 queso Feta
Albahaca
Orégano
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra (opcional)

Receta Paso a Paso

Comenzamos lavando los tomates y los partimos en mitades. Los echamos en una ensaladera grande con un poquito de sal para que vayan soltando su jugo. Cuanto más tiempo lo dejes mejor. Más jugo soltarán y mejor sabor tendrá la ensalada.
Ponemos agua a calentar en una olla a fuego fuerte, posición 8 de 9, con un chorro de aceite y un poco de sal (una cucharadita).
Lavamos y pelamos las patatas. Cortamos en trozos medianos para se cocinen más rápido. Las metemos en la olla cuando el agua todavía esté fría. En el momento que comience a hervir, calculamos unos 15 – 20 minutos. El tiempo de cocción depende mucho de la patata y, sobre todo, de su tamaño. Para comprobar que están listas, las pinchamos con un cuchillo. Cuando estén blandas, las retiramos, escurrimos y las echamos en la ensaladera con los tomates. Vas a ver como absorben el jugo de los cherrys y, con el, todo el sabor.
Incorporamos las aceitunas.
Añadimos el queso Feta troceado en cubitos.
Finalmente, preparamos el aliño. Echamos en un bol (o un tarro de cristal si os es más cómodo para integrar la mezcla): un chorro generoso de aceite de oliva, sal, albahaca y orégano. A veces le pongo un poco de pimienta negra que me encanta. Mezclamos muy bien y lo vertemos sobre nuestra ensalada. Servimos.

Trucos

No es necesario esperar a que las patatas estén frías para preparar la ensalada. De hecho, si están todavía calientes o templadas, cogen más sabor del resto de ingredientes y absorben genial el aliño. Por cierto, cuando las saques de la olla no las metas debajo del chorro de agua bajo ningún concepto.
El truco de echarle sal a los tomates y dejarlos reposar es magia. Te recomiendo que lo hagas en todas las ensaladas que prepares. Si lo puedes dejar reposar 10 – 15 minutos genial, soltará un montón de jugo y su sabor. En este enlace te dejo la ensalada de tomate perfecta donde te cuento todos estos trucos.
Para acompañar el maravilloso queso Feta te recomiendo que utilicéis aceitunas negras de Kalamata (también de Grecia). Tienen un sabor increíble.