¡Ya estoy de vuelta! Se han acabado las vacaciones y durante estos quince días he recuperado energía y sobre todo vengo con muchas ganas de cocinar y compartir contigo todas las recetas posibles. Estoy de mudanza y no tengo cocina, todavía, así que si normalmente traigo platos sencillos y fáciles de hacer, durante el mes de agosto ¡todavía serán más simples! Así que no tienes excusa para no ponerte manos a los fogones. Hoy presento, aprovechando que todavía hace bastante calor y apetecen cosas frescas, una ensalada de tomate, patata y queso Feta, buenísima.
Creo que no te he contado nunca mi perdición por la comida Griega. Sé que tiene muchas cosas compartidas con la dieta Mediterránea pero introducen ingredientes y preparaciones que me vuelven loca. Compartiré varias recetas Griegas con las que he experimentado este verano. Pero si me tengo que quedar con un alimento de su cocina, elijo el queso Feta. Es fuerte, amargo y tiene un punto de sal increíble. Y, como no podía ser de otra manera, es el protagonista de la receta de hoy.
Como te digo siempre, si no encuentras este tipo de queso (o no te gusta) puedes usar cualquier otra modalidad. Burrata, mozzarella, queso fresco, gouda… Pero te animo a que lo pruebes, si no lo has hecho ya, porque el contraste de sabores te va a encantar. ¡Comenzamos con nuestra ensalada de tomate, patata y queso feta!